1 Juan 2:1–17: Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo. Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos. El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él; pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo. Hermanos, no os escribo mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que habéis tenido desde el principio; este mandamiento antiguo es la palabra que habéis oído desde el principio. Sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en vosotros, porque las tinieblas van pasando, y la luz verdadera ya alumbra. El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas. El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo. Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos. Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre. Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que es desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os escribo a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al Padre. Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno. No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
Introducción:
- Hubo un funeral militar muy inusual en California en diciembre del año 2013. El sargento de primera clase Joseph Gantt, que luchó tanto en la Segunda Guerra Mundial como en la Guerra contra Corea, fue enterrado. Había sido capturado en Corea en 1950, al parecer murió al año siguiente, pero su cuerpo no fue devuelto por muchos años, y su muerte nunca fue confirmada por los norcoreanos. Su esposa, Clara, esperó durante décadas a que su esposo regresara. Asistía regularmente a reuniones con funcionarios del gobierno en busca de información sobre lo sucedido. Clara incluso compró una casa y sembró un jardín muy hermoso mientras esperaba a Joseph. Tenía noventa y cuatro años cuando sus restos finalmente fueron llevados a casa para un funeral militar, recibió todos los honores, pero él ya no estaba. Clara le dijo a un periodista que la entrevistó: Me dijo: “si algo me sucede, por favor vuélvete a casar.” Yo le dije: “No, de ninguna manera. Y aquí estoy, todavía soy su esposa, y voy a seguir siendo su esposa hasta el día cuando el Señor me llame.”
- El amor cuan profundo e insondable es, hoy hablaremos sobre el amor.
- Texto central: Leamos el texto central sobre el que meditaremos hoy.
- Proposición: “Dios salvará únicamente a quienes consigan amar a sus hermanos”.
- Oración interrogativa: ¿Por qué Dios salvará únicamente a quienes consigan amar a sus hermanos?
- Oración de transición: Porque en el amor manifestado a nuestros semejantes se resume todo lo requerido por Dios a sus criaturas, este es en resumen la ley del cielo. Además, nuestro texto dice dos cosas respecto al amor y dos cosas respecto al que ama a su hermano.
Cuerpo del sermón:
I. |
Primera cosa respecto al amor:El amor se perfecciona por la obediencia.
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II. |
Segunda cosa respecto al amor:El amor obtiene un nuevo sentido desde la llegada de Cristo.
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III. |
Primera cosa respecto al que ama:Quien ama a su hermano permanece en Dios.
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IV. |
Segunda cosa respecto al que ama:Quien ama a su hermano no ama al mundo.
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Conclusión
- Hoy hemos recordado que “Dios salvará únicamente a quienes consigan amar a sus hermanos.”
- Hemos aprendido que el amor puede ser perfeccionado cada día y que para hacerlo debemos obedecer la Palabra de Dios.
- También hemos aprendido que amar de verdad es amar como Dios ama, así como hacer todo lo que Dios hizo y hace para el bien de los demás.
- Hemos aprendido que sólo quien ama a su hermano es quién permanece en Dios y que esto los convierte en niños, jóvenes y adultos fuertes, perdonados, y que vencen al maligno.
- Finalmente aprendimos que para amar de verdad a nuestro hermano es necesario que no amemos al mundo, pues estos amores son incompatibles.