Ocúpate en la buena lectura

Leer, es descifrar códigos que intentan transmitir el pensamiento, sentimiento y mensaje que otro que no está presente quiere transmitir. Leer es un acto interpretativo, leer es un quehacer honorable, pero hoy también puede llegar a ser un acto peligroso y perjudicial. La frase “leer es bueno”, sino va acompañada de la frase “lo bueno” ya no es una realidad. Es necesario decir “Leer lo bueno es bueno”, porque leer por leer, sin discernir lo nocivo de lo provechoso, puede ser muy malo. Ellen G. White escribió, “nuestros jóvenes deben leer aquello que tiene un saludable y santificador efecto sobre la mente. Esto es lo que necesitan para que sean capaces de discernir la religión verdadera. Hay mucha lectura que parece buena pero que no santifica.” 1. Hablando de los niños y la lectura ella dice algo que debe ser aplicado a todos, “es necesaria una lectura apropiada… que no desmoralice la mente o fatigue el cuerpo… se puede encontrar lectura perjudicial por doquier, ella es fácil de amar, pero si se cultiva el amor por una lectura buena y pura, también es posible desarrollar un gusto por ella.” 2.

Pablo, el mas sobresaliente escritor del Nuevo Testamento, le aconsejó a Timoteo y con él a todos los jóvenes lo siguiente: “nútrete con las palabras de la fe… desecha las fábulas profanas y de viejas… Esto manda y enseña. Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza… ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza… Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos… pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.” 3.

El consejo paulino podría resumirse en ser un maestro bien informado de la verdad, en predicar, practicar y estudiar la Escritura. Sin embargo, es imposible que este pedido se haga realidad si —Timoteo en este caso— no se dedica tiempo para leer lo que en verdad aprovecha, aquello que capacita al ser humano para brindar un mejor servicio que de honra y gloria a Dios. Por eso, leer es bueno solo si se lee aquello que también es bueno. Leer la Escritura todos los días debería ser la primera tarea de todo cristiano, luego se debe leer aquello que ayude a comprender la Escritura y la sociedad o realidad. La lectura que entretiene o que comunica mensajes que no están de acuerdo con el mensaje bíblico, deberían ser dejada de lado, pues ella en nada edifica. Aunque parezca redundante, se debe reafirmar lo dicho, leer por leer, no es necesariamente bueno, aquello que se lee, para que se lee, cómo se lee, entre otros muchos factores, hacen la diferencia. Leer es importante, pero de igual importancia es saber seleccionar aquello que se lee. Mikita Brottman en su libro Contra la lectura, “un texto apasionado y liberador a favor de los que, a pesar de todo, leen,” 4 también afirma esto. Leer es importante, necesario y sumamente beneficioso. Leer la Biblia o un texto inspirado por Dios, no solo orienta, sino que también permite al lector ver la realidad a través de los ojos del autor, en este caso Dios. Ver las cosas como las ve Dios, evaluar la sociedad y las cosas que en ella existen tal como Él lo hace, solo es posible mediante una lectura del texto inspirado, revelado o casi escrito por él.

Además, la ciencia a demostrado que una buena lectura, aquella que hace trabajar a la mente, “tiene grandes beneficios para nuestro cerebro, incluso también se ha probado que incrementa la fuerza de los tejidos del cerebro, al estimularlo con regularidad, lo que ayuda a prevenir patologías como el Alzheimer.” 5 También se ha comprobado que mejora la capacidad de retención, atención y resolución de problemas, pues es un excelente ejercicio neuronal, 6 así como un buen ejercicio de relajación mucho mas efectivo que una caminata. 7

El cristiano que desea tener una mente ágil, capaz de discernir entre el bien y el mal, capaz de comprender las grandes verdades de Dios, debe leer, pero debe saber escoger que leer, lo paradójico o irónico de esto es, que mientras mas se lee, mas habilidad para saber que se debe leer se adquiere, por lo tanto, lee, leer es bueno, pero inicia siempre, dando lectura a la Palabra de Dios.

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  1. R&H, abril 15, 1915
  2. R&H, diciembre 11, 1879
  3. 1 Tim 4:6–15
  4. https://www.blackiebooks.org/catalogo/contra-la-lectura/
  5. https://www.ceafa.es/es/que-comunicamos/noticias/importancia-de-la-lectura-en-la-prevencion-del-alzheimer
  6. https://news.stanford.edu/news/2012/september/austen-reading-fmri-090712.html
  7. Para mayor información, véase, Cunningham, Anne & Stanovich, Keith. “What reading does for the mind”. American Educator 22 (1998): 1-8.

Publicado por Benjamin Rojas Yauri

δοῦλος Χριστοῦ Ἰησοῦ. SDA Pastor, Ph.D. New Testament with concentration in the Epistle of Hebrews. Professor of New Testament, Hermeneutic and Biblical Greek. Internship Supervisor – Faculty of Theology  |  Universidad Peruana Unión. Research Fellow – New Testament |  Stellenbosch University:

ORCID ID: https://orcid.org/0000-0002-3690-0348

Publicado el 3 Noviembre, 2019

Frase especial

“Nuestros jóvenes deben leer aquello que tiene un saludable y santificador efecto sobre la mente, esto es lo que necesitan"
Ellen G. White

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